Hace unos años apenas quedaban las ruinas del puente romano que cruzaba
un pequeño arroyo camino de Carmona. Se trata de una infraestructura
perteneciente a la Vía Augusta que comunicaba Córdoba con esta localidad
y que entraba en el municipio a través de la monumental Puerta de
Córdoba, original del siglo I y muy remodelada en siglos sucesivos hasta
adquirir su apariencia actual en el XVIII según proyecto de José
Chamorro.
Un agradable paseo nos lleva hasta el puente romano, reconstruido en época medieval y muy restaurado en la última intervención.
El puente consta de cinco ojos y sólidos tajamares que hacen presuponer
el caudal que en su día pudo tener lo que hoy en día no es más que un
arroyo sin apenas agua.
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